Tengu.
-¿El monje de la colina no suele realizar los servicios fúnebres para vuestros muertos?
-¿Qué monje ? -preguntó el joven.
-El monje que anoche me indicó esta aldea -respondió Musõ-. Rehusó alojarme, pero me dijo cómo llegar aquí.
Todos se miraron entre sí con expresión atónita y, tras un instante de silencio, el dueño de la casa declaró :
-Venerable señor, en la colina no hay monje alguno. Hace muchas generaciones que ningún monje reside en esta comarca.
Lafcadio Hearn,
Jikininki.
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