31 octubre 2014

Un apunte de mi cuaderno.

"Sus rasgos y su apostura no carecían de esa conveniente distinción que nos hace tolerar a las personas: Su acento no era molesto como el de algunos extranjeros -únicamente, su palidez cobraba, por momentos, unos tonos particularmente descoloridos, e incluso macilentos-; sus labios eran más delgados que una pincelada; siempre tenía el ceño un poco fruncido, incluso cuando sonreía."
Villiers de L'Isle Adam, El Convidado de las Últimas Fiestas.


Pasad una buena noche y tened cuidado de con quién coincidís, que es una fecha muy a propósito para toparse con personajes muy inesperados...

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