La
Bologna Children's Book Fair, evento inexcusable en el mundo del libro ilustrado, es definitivamente una pasada. Editores y artistas de todo el mundo conocido e islas adyacentes se dan cita allí, y aunque sólo sea por echar una ojeada (y por tener lugar en un escenario tan hermoso como la ciudad de Bolonia) merece la pena acercarse.
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Pero es que además las oportunidades de conocer a clásicos como
Emilio Urberuaga o de codearse con los
Pencil, los
CMYK o las gentes de Ilustrarte (bueno, ahora se llaman
I con I), entre muchos otros, no hay que desaprovecharla. En la imagen, sin ir más lejos, su detective de ustedes saluda a la entrada del recinto ferial a la artista y editora de
Pa' comer ap'Arte (revista aparcada pero nunca olvidada)
Cecilia Moreno, así como a la talentosa
Esther Gómez, especializadas ambas en la cosa infantil. Y esto sólo por mencionar a compatriotas, y no a todos, que como digo la cantidad de gente interesante por metro cuadrado era disparatada.
El único problema: A la vuelta he debido coger un bucle espacio-temporal raro y aún ando recuperando el ritmo. Cuando lo haga y termine de montar
la galería de trabajos que, como verán, ya he linkeado en la barra de la derecha, seguro que empiezo a postear como siempre...