Dibujando se aprenden cosas sobre uno mismo, cosas que uno no sabría de otro modo. Por ejemplo, está claro que yo en otra vida tuve algún jari con un lancero, a juzgar por cuántas veces emborrono alguno, sin pensar...
Otra posibilidad es que éste último haya salido de mi reciente lectura de Interregno, de José Vicente Pascual, mezclada con las últimas conversaciones que he tenido con el notorio rolero JKeats. Aunque sólo sea un boceto (y bastante caprichoso, por demás) aquí os lo paso a limpio. Que os guste.